lunes, mayo 23, 2016

El Observador y la Realidad

Otro tema que surge en la disputa entre Rafael Echeverría y Humberto Maturanaa, es el del Observador y la Realidad.
Esto parte porque Maturana dice que dadas nuestras limitaciones biológicas, más vale considerar que la realidad no existe, y que la producimos en el lenguaje. Postura radical sin duda, pero interesante a la hora de sacar el foco de la realidad objetiva, el cientificismo, y ponerlo, el foco, en nosotros como observadores del mundo. Con la idea, quizás, de hacernos responsables del mundo que hemos producido.

¿qué ves? ¿qué se te aparece con lo que ves?
Echeverría dice que el anhelo de objetividad, es una quimera. Pero que la realidad si existe, sino nuestra supervivencia estaría en riesgo.

Recuerdo cuando Einstein dijo que la luz aparte de onda, se comportaba como partícula, como materia. Y cómo podemos validar esto, le preguntaron. Dijo, vayan a mirar un eclipse solar completo y vean si las estrellas cercanas al sol modifican su posición al pasar su luz cerca del sol.
Se demoraron años en lograr ver y fotografiar un eclipse, y cuando lo lograron Einstein pasó a la fama. Tenía razón.
No solo la realidad existe, sino que la ciencia puede predecirla.

En los ejercicios que yo hago, donde les pongo a los presentes una imagen, un cuadro, y les pregunto "qué ven ?" y "qué se les aparece con lo que ven ?", siempre es notable la diversidad de miradas, de observadores diversos. Todos ven cosas distintas.
Y la lección es, que no tenemos certeza de qué hay allá, pero si de que cada uno ve cosas distintas. Por ello decimos que somos observadores particulares, y le conferimos el carácter de válido, a lo que ve cada observador particular.

Hay voces, en el ejercicio anterior, que cuando dicen lo que ven, preguntan ¿está bien?
Ello me hace pensar que aparte del cuadro, la realidad en el exterior, y la persona que lo observa, hay otra entidad presente, que es "el deber ser", la manera correcta de ver. Para algunos, esto último, si que tiene el carácter de realidad.

Si el poder está en la posición del "deber ser", es el poder de la autoridad, del tipo que sea, económico, político, incluso religioso. Si el poder está en quienes argumentan desde la realidad, desde lo objetivo, incluso lo racional, es el poder de la ciencia y la tecnología. Y si le damos poder o autoridad a la mirada de cada observador particular, estamos en otro paradigma, más democrático, más humano.

la mirada del observador
Echeverría apela a Nietzsche, para decir que "todas las cosas están sujetas a interpretación; el que una determinada interpretación se imponga sobre otra, no se debe a su verdad, sino a su poder". Las cosas se zanjan en la práctica, al final de cuentas.

El acceso a la realidad objetiva, no es posible; parece ser el estado del arte en esta trifulca. Somos interpretes de la realidad, somos observadores de ella, observadores particulares y distintos unos de otros, con una fuerte incidencia co-constructiva.
Es muy importante tener esto asumido para tener conversaciones de calidad. Y permitirnos escuchar con respeto, lo que ve cada uno. Darle legitimidad a lo que el otro ve.

Este tema del Observador ha sido muy importante en mis trabajos de coaching con grupos y equipos. Aleja en alguna buena medida las discusiones acerca de quien tiene la razón y abre la cancha para acoger y valorar la diversidad de los puntos vista y miradas. Se enriquece la conversación y los que no hablaban empiezan a expresarse.

Lo que a mi me va quedando claro, es que la visión de "la realidad" de cada persona, depende de la calidad del observador que es. Y su horizonte de posibilidades dependerá de ello.
De ahí la potencia del coaching, cuando de lo que se trata en su quehacer es de afectar, transformar, el observador que es la persona. Una característica que puede estar sujeta a permanente cambio y puede afectar significativamente las posibilidades en la vida.


Referencias:
Ontología del lenguaje vs Biología del Amor, de Rafael Echeverría

4 comentarios:

  1. Muy buen resumen Gabriel, clarísimo!!!

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  2. Veo que de acuerdo a tu propia experiencia pudiste concluir que los observadores ven en el cuadro cosas distintas, si hubiera una realidad única todos tendrían que observar e interpretar lo mismo, lo cual te confirma lo anticipado por Nietzsche en cuanto a que todas las cosas están sujetas a la interpretación del observador.Entonces no existe una realidad fuera del observador, sino que depende de éste,lo que concuerda con lo expresado por Maturana. Cabría agregar que la observación o el "comprender", la interpretación y la explicación o "discurso" dependería de la "disposición afectiva" ( que se encuentra en primer término)ya que a ésta "le es propia una cierta interpretabilidad" tal como lo menciona Heidegger en Ser y Tiempo.

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  3. Recordemos que Nietzsche dice "el hombre debe ser superado" por el Superhombre que es "el sentido de la Tierra", sus valores son ascendentes asentados en la voluntad de poder, que se asienta en la vida, en el Eterno Retorno de la vida por afirmar dichos valores. Ouspensky plantea que al hombre dormido 'todo le sucede', que sólo puede decir Yo soy cuando despierta. El tema del Ser en toda la Tradición de la humanidad depende de alcanzar ese Estado de consciencia, el 'yo' que todos conocemos no es más que un constructo social, un epi fenómeno de la conciencia sin existencia propia.

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    1. de ahí, Sergio, que la palabra "despierta" es tan potente en los tiempos que corren;
      saludos

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