miércoles, abril 29, 2015

Filosofando con Soren Kierkegaard

Kierkegaard vivió en Dinamarca, por allá por 1840, 1850. Vivió 42 años. Tuvo 6 hermanos y perdió a 5 más a su mamá a temprana edad. Aun no inventaban los antibióticos. Le tocó duro. Nunca tuvo buena salud y pensaba que moriría a los 33 años, igual que Jesucristo.

Un tipo especial, de no muy buen carácter. Bastante brillante, con una buena dosis de arrogancia. Peleó con varios pesos pesados de la época, incluida la iglesia.

Seguir este notable curso de la universidad de Copenhagen, sobre la vida y pensamiento de Soren Kierkegaard, en este formato online y gratuito, es un regalo, sin duda. Para los que conectan con la filosofía, por supuesto.

Kierkegaard es un pensador del interior del ser humano; bastante teólogo, sin serlo, Igual se interesaba en las cosas que pasaban en esa época, en que por ejemplo en 1848 los demócratas logran firmar con el rey una constitución que le restara poderes al rey y se la aumentara a los ciudadanos. Unos 60 años después de la revolución francesa y 80 después de la Declaración de Independencia de EEUU.

El rey lo llamó, pues sabía que estaba por el régimen monárquico y necesitaba pensadores que hablaran de su lado. Estuvo tres veces reunido con el rey, a su pesar, y logró zafarse diciéndole al rey que él era un hombre privado, preocupado del ser humano desde su interior y no de temas políticos.

La gran influencia que tuvo Kierkegaard fue Sócrates. De él copió el método que consistía en interrogar al alumno o contraparte, cuestionarle su saber, hacerle preguntas, buscando verdades generales, conocimiento trascendente, conocimiento simplemente. No entregaba conocimiento, aspiraba a que este brotara del interior de su interlocutor. Llamaba a este método, Mayéutica. Yo le encuentro mucha relación al coaching actual.
Ni Kierkegaard ni Sócrates aportaron mucho, o mas bien nada de conocimiento positivo.

Jon Steward, el profesor
Kierkegaard no estudia la filosofía como quien estudia a un insecto interesante. Estudia y trabaja la filosofía, como algo para la vida.

Él es un gran promotor del valor del individuo persé. Es un promotor del saber como algo que brota del interior. Introduce el concepto de apropiación, que tiene que ver con estudiar, lo que sea que uno estudie, para ver qué desde dentro de uno conecta con ese conocimiento o parte de él. Y es solo esa parte que conecta con uno, que hace sentido para la vida de uno, el conocimiento que interesa. El resto basura.

Se opone tenazmente al concepto de opinión pública, algo que venía con la democracia y los partidos políticos, pues ahí tu tienes que suscribir a un pensamiento de la masa y obviar tus ideas propias, tus particulares formas de ver el mundo. Por eso era más cargado a lo monárquico. Curioso, no ?

Sócrates
Era un promotor del individuo, de la libertad personal. Incluso pensaba que la religión o mas bien la espiritualidad, era algo personal, que brotaba desde el interior, en esa línea de la apropiación, fenómeno no muy regido por la lógica ni la racionalidad necesariamente. Decía que lo espiritual era absurdo, contradictorio, paradojal, por lo que la racionalidad no era el método de convencer a nadie. Se me viene a la mente esa frase que dice que la religión no se enseña, se aprende.

Kierkegaard es un filósofo muy adecuado a los tiempos actuales, acelerados, manipulados por los medios de comunicación y el sistema, que nos mete su doctrina por todos los poros y nos quedamos en pampa en quien cresta somos, porqué estamos aquí, más allá de pagar las deudas, educar a nuestros hijos, comprar esto y aquello, y ver tele o ahora seriales.

Kierkegaard, me hizo pensar, y mucho. Te lo recomiendo, así simplemenbte. Te hará pensar; una buena costumbre, debo decirte.

Por aquí el curso de Soren Kierkegaard, dictado por el estupendo profesor Jon Steward, de la universidad de Copenhagen.

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